El diseño de interiores se manifiesta como un ejercicio de elegancia y sofisticación. La combinación de mármol, vidrio y detalles en tonos dorados crea un espacio que exuda lujo y modernidad. Las paredes revestidas en azul profundo contrastan armoniosamente con los suelos de mármol blanco, añadiendo profundidad y un toque de serenidad al ambiente.
La sala de estar se destaca por su mobiliario cuidadosamente seleccionado, donde los sofás en terciopelo verde esmeralda y las sillas en tonos neutros invitan a la comodidad y el estilo. Las mesas auxiliares con acabados dorados y las alfombras de patrones geométricos añaden un toque contemporáneo que complementa perfectamente el entorno clásico.
La escalera, una obra maestra de diseño, combina mármol y vidrio con un pasamanos dorado, creando una sensación de fluidez y continuidad en el espacio. Los detalles decorativos, como las lámparas de mesa de cristal y las piezas de arte, aportan un toque personal y artístico que eleva aún más la sofisticación del diseño.
Este espacio no solo es una muestra de cómo la elegancia y la funcionalidad pueden coexistir armoniosamente, sino también de cómo el diseño de interiores puede transformar un ambiente en una experiencia visualmente impactante y acogedora. Cada detalle ha sido meticulosamente pensado para ofrecer un equilibrio perfecto entre lujo y confort, haciendo de este lugar un verdadero refugio de estilo y distinción.